Algunas personas nacen con las orejas con un formato diferente del normal. El más común es la llamada oreja de soplillo la cual presenta el borde lateral mas alejado de la cabeza, sobresaliendo y haciéndolas muy prominentes.
La otoplastia es una cirugía que se realiza por detrás de la oreja para remodelarla sin dejar cicatrices visibles.
La edad ideal para la corrección es en torno a los 6 años cuando la oreja ya alcanzó el tamaño adulto y el niño comienza el período escolar.
La anestesia puede ser local, local con sedación e incluso general.
Toda cirugía deja cicatriz aunque en este caso es imperceptible por localizarse detrás de la oreja, en el surco formada por esta y la cabeza. Además, como esta región tiene una piel muy fina, la propia cicatriz tiende a quedar casi invisible.
El paciente puede irse a casa el mismo día o al siguiente de la cirugía dependiendo del tipo de anestesia utilizada.
En el postoperatorio es frecuente que haya edema y equimosis que se resuelven completamente alrededor de 15 días. Es necesario evitar cualquier tipo de trauma en las orejas, incluso dormir sobre ellas durante 3 semanas.
A veces puede ser necesaria una banda elástica de compresión que protege y mantiene la oreja inmovilizada junto a la cabeza.
Las complicaciones son raras pero como toda cirugía tiene riesgos, podemos citar: hematoma, infección, dehiscencia (apertura de herida), cicatriz hipertrófica.
Estas orientaciones representan una visión general y pueden cambiar dependiendo de cada caso. Todas las dudas deben ser completamente aclaradas en las consultas que preceden a la cirugía.