Con el paso del tiempo, las estructuras palpebrales se van quedando flojas, llevando a un exceso de piel y protrusión de las bolsas de grasa. Estas alteraciones se evidencian en los pliegues de la piel y por el abultamiento en esa región, dándole a la cara un aspecto de tristeza y cansancio.
La cirugía de los párpados corrige estas alteraciones al retirar el exceso de piel y reducir las bolsas de grasa, haciendo que se queden los párpados mas planos y lisos, recuperando así un aspecto facial más alegre y descansado.
La anestesia puede ser local, local más sedación o raramente general.
La paciente recibirá el alta después del procedimiento si la anestesia fuera local y sin ninguna contingencia. Se puede extender a 24 horas en caso de cirugías asociadas.
En el post operatorio siempre hay formación de edema (hinchazón) y equimosis (moratones), que pueden variar de intensidad. Generalmente desaparecen en la primera o segunda semana. Para que la formación de estos sea minimizada, se utiliza frío local en los dos o tres primeros días postoperatorios. Otro cuidado importante es evitar el calor (baños muy calientes, cocinar, etc) que favorecen la formación de edema y de equimosis. El sol se debe evitar 3 meses con el uso de gafas de sol.
Las complicaciones son raras, pero como toda cirugía tiene sus riesgos, podemos citar: hematoma, infección, dehiscencia (abertura de la herida), ectropión (inversión del párpado inferior) y esclera aparente.
Sin embargo, cuando las indicaciones de la cirugía es clara, la técnica quirúrgica bien ejecutada y los cuidados postoperatorios seguido, es rarísimo que ocurran complicaciones.